jueves, 24 de abril de 2014

Tacto

El alcohol llega a su fin, la ultima gota ha desaparecido y todo esta tan silencioso... solo queda un poco de ropa puesta y suena aquel tango enloquecedor así que nuestras miradas se encuentran y comienzan a bailar en la distancia y el mareo de la habitación. Paso a paso vamos llegando el uno al otro y un leve movimiento me envuelve en tus brazos, apretándome tan fuerte que me deja sin aire, sin movimiento mas que el de los ojos ardientes en fuego, tu cuerpo me lleva, me balancea por toda la habitación y me hace caer en tu embrujo bailador con sabor a chocolate. Cada vez siento en mi piel mas partes de la tuya, siento como tus dedos recorren mi espalda y mis piernas se entrelazan en las tuyas, sin dejar un solo centímetro sin tocar, siento tus labios bajando por mi cuello, tu respiración de animal en mis entrañas, tu manos bajan por las mías y aprietas tan fuerte que dejas un leve rojizo en mi piel casi excitante.

Se cae la poca ropa que queda, y todo queda expuesto ante la fría noche que va subiendo de temperatura, recién comienza el baile y los cuerpos ya sudan en alcohol previamente tomado, la boca se pone un poco seca y cada vez nuestros cuerpos sienten mas, vibran mas, expresan mas.
Tus dedos bajan por mi pecho, por el centro del esternón haciendo una leve presión en el hueso hasta llegar a mi plexo solar, me sientas en una silla y tiras mi cabeza hacia atrás, saboreas mi cuello como un bombón de chocolate y café, recorres casa centímetro de mi pecho con tus manos grandes y calientes, aprietas mi cintura como un corsé de princesa y llegas a mis caderas, parece que te excitaran tanto, bajas por cada una de las piernas haciendo un cosquilleo sutil y sensual con el que me tienes a tus pies y tu tan fresco sigues acariciando mi cuerpo haciendo que llegue al cielo de mis placeres.


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